muere sotoluca otra vez

me deja, como siempre, con escritos en el tintero de mi cabeza. una vez entrada la idea, madura y cae en las aguas abisales de mi subconsciente... a veces no apareciendo jamás (y es cuando yo me pregunto "¿si no aparece jamás es que aparece siempre?" pero siempre me respondo a mí misma poniendo los ojos en blanco... ashh... por eso mi alter ego se enoja, porque dejamos que su voz interior haga ese tipo de preguntas) aunque a veces aparecen en sueños y pues regresa, pero nunca con los mismos sustantivos. shale.

hablando de sueños, pareciera que mi vida real está llena de quehacer puesto que tuve sueños bastante opacos este fin de semana. incluso soñé con una conclusión y despedida donde un topógrafo me dijo "hasta luego, buenas noches" y ya me desperté sin quejarme... ocupándome incluso al devocional y al barón rampante que no he terminado... es que no quiero que vuelva a pasar... últimamente no he terminado libros porque no quiero que se acaben... entonces no los leo tan seguido y una vez que identifico que pienso mucho en ellos y sus personajes se quedan en la siberia de camila, mi carro... o sea, en el asiento trasero, donde deben estar tomos y tomos inconclusos.

ha estado lloviendo y siento que mi cumpleaños está a la vuelta de la esquina. cosa más remota y cosa más aterradora. no he hecho grandes cosas ni grandes cambios en los veintidos años. [paréntesis temporal: he recibido una rosa. quien me la entrega en la mano, me dice que no es suya y por consiguiente pienso que mía es tampoco. duh. era para mi. estoy fuera de práctica. bueno, como es secreto el mandador, hemos de ignorarlo... además es mucha responsabilidad recibir flores con todo y remitente] bueh, a lo que iba. he estado un poco atascadilla este año... pero podemos considerarlo que fue un año de vacaciones de mí misma, porque viví demasiado a mis 21 que por consiguiente tenía que vivir poco por los 22. supongo que eso ha de estar bien y que a los 23 ps estaré más en lo de antes actividerilmente hablando.

no he bajado ni un kilo.
aún así, me quedan unos pantalones que antes no.
al rato voy por nieve, para que vaya sabiendo este cuerpo quién es la que manda.

lo bueno es que aún falta rato para el cumple. un año no representa mucho, pero si lo sumamos a lo vivido y vemos lo rápido que se escurren, eso de acumularlos es tan peligroso como los baobabs. lo peor de cumplir años es que eso es antesala del invierno y grrr... eso es horrible. guácala el frío, hace que odie ir al baño y quitarme la ropa para bañarme. obsesiones pequeñas y bien vistas como el lavarme mucho las manos tienen horribles y desastrosas consecuencias puesto que se me agrieta la piel y... y...

y qué. es verano.
fiuuu, qué alivio, no?

quedé escamada por la anterior noche de jazz, además de que se atraviesa la muestra teatral. shale, tan nuevo el rito y ya lo mancillé con mi inconstancia...