soñé que me moría
esta semana ha estado rara. muy llena de quehacer y muy agotador el tiempo. he estado haciendo bastante actividad mental y hay cosas que no se me olvidan y ya es miércoles y sigo machacándolo. pienso que he conocido a alguien decisivo en mi futuro, pero eso nadie puede asegurarlo. ni siquiera la persona. por eso ando en busca de paz, de cotidianeidad que involucre salidas que despejen la mente, pero no... siempre hay algo que se atraviesa, como el hecho de que tengo que cocinar otra vez. aparte, se me olvidaron los vegetales.
por otro lado, tuve un sueño vívido. estuvo bonito, hasta eso. incluso me vestí del color de mi sueño. ando vestida de colores derivados del coral, en tooooda su gama: desde rojo quemado hasta meloncillo. en mi sueño, andaba caminando en unas calles de la colonia anáhuac. por un parque que nunca he recorrido, las arboledas.
eso según yo, la semana antepasada mi carro pasó por ahí porque fui a comer a casa de noé y si hurgo bien en la memoria, cuando tenía tres años me llevaron a chaperonear a un gimnasio de por ahí. pero bueno, pruebas fehacientes no tengo, que conste.
continuando con la historia de anoche. ps iba por el parque, cruzando una calle hasta que me metí en el porche de unos desconocidos. pasé un rato considerable viendo pasar la tarde en una mecedora ahí, hasta que una señora me dijo que mañana me moría. "sí, a huevo". luego, con argumentos que no recuerdo, me probó que sí, mañana sería un fiambre. "bueno, está bien" le dije para retirarme... tenía un montón de cosas qué hacer: dejar los pendientes en orden en la oficina, avisarle a mi mamá, comprar una pintura... cosas así. san rancholás está demasiado lejos de mi casa, el camino (cuando una tiene el tiempo contado) luce aún más largo. manejé directo hasta guarralupe para visitar a mi mamá en su negocio.
cuando llegué al a ferre (el negocio en cuestión) mi mamá andaba distante y despreocupada. me puso a hacer cosas y pues no se hizo el ambiente adecuado para dar semejantes noticias. consideré que era una señal para no decirle. entonces nuestros día transcurrió normal. de todas formas, quise ignorar la noticia a esas horas porque ya estaba entre que resignada e incrédula.
cada vez que pensba que quizá no moriría -claro, mientras manejaba- la señora gorda chancluda tocaba el vidrio del carro y cuando bajaba la ventana me decía "sí, si te vas a morir". ta weno ´mbreeee, está bien, tal vez sí muera. pensé en el trabajo, todos los pendientes por hacer. luego recordé que todo estaba ya listo, sólo unas cuantas pequeñeces faltan. quise tener un poco de miedo, porque no sé qué trámite haya cuando uno muere. o sea, hasta ahorita me viene el temor. lo bueno es que no piden que te lleves copias o credenciales, porque eso siempre me pone aún más de nervios. luego pensé que si invertía valiosos minutos en tener miedo, quizá Dios me escupiría del cielo... entonces decidí relajarme con resignación.
luego comencé a pensar en que tal vez pasé por esta vida sin pena ni gloria... claro, aumentado aún más por el hecho de que no pensaba despedirme de mis amigos porque ps a qué horas los encuentro y odio un poco el teléfono cuando tengo que marcar. bueno, si no voy a tener miedo, ps tampoco me voy a poner melancólica... como toda la semana... mejor, a pensar en todo lo que voy a dejar pendiente, je je, a todos los que voy a dejar colgados jo jo jo jo jo
jojojojojojo no he tramitado las nuevas facturas, el archivo está hecho un asco con los presupuestos, hay unas cuentas por pagar y jojojojojo ¡¡no lo voy a hacer!! porque voy a estar muerta jojojojo y todos esperando a que llegue jojojo y no voy a llegar jojojojojo no tramitaré el vale de gasolina para la brigada jojojojojojo será como irme como las chachas... no le voy a dar de comer a los peces jojojojojojo y nunca contestaré las incidencias en el iso jojojojo y no les llevaré las donas jojojojojo y la escuela... y la escuela ¡¡pues no voy a ir!! porque voy a estar bien muerta
jo jo jo jo jo jo jsnif... sniff
unas pequeñas gotas comenzaron a caer en el parabrisas. no era una gran lluvia, solo chipi-chipi. shale, mis ojos quizá se hayan humectado un poco también. no demasiado como para considerarse lágrimas, pero creo que sí llegué a sentir el dolor horrible en la garganta como cuando me aguanto las ganas de llorar. porque últimamente no lloro, mi corazón se ha vuelto un duro corazón de pollo conmovible y a la vez estoico. no lloro por mí. una vez un exnovio dijo que era estúpido que llorara. ahora que lo pienso, no vale la pena que tenga tan buen concepto de él. claro, en mis sueños las voces siguen conmigo opinando y haciendo juicios de valor. despierta no hubiera pensado en ese mequetrefito que me subestimaba como dicta la época. en fin, eso se me olvidó medio rápido porque ps llegué a la ferre a ser verdemente ignorada.
se me olvidó contarles que mi sueño fue color verde menta; porque, claro, siempre cambian de color...
una vez cerrada la ferre, ps nos vamos a la casa. como usualmente. perdemos un poco de tiempo y mi mamá decide tomar una pequeña siesta. quizá no le diga nunca. hagamos cotidiano mi último día, qué puede pasar. hay un chorro de gente que se muere así y no se anda quejando. subo a su recámara para hacerla hablar un poco y está acostadilla... comienzo mi ritual:
- me quieres?
- ajá
- no, yo te quiero más...
- traigo un sueño calientito, déjame dormir tantito ¿si?
- yo te quiero más...
- zzzz...
- bueno, voy a una fiesta, llego noche.
- zzzzz...
- sopres
llegué a una fiesta que sí existió en el 2004. era un taller mecánico y había gente conocida. entre ellos, de la nada, sale el indigente y me saca a bailar. cabe destacar que el indigente no es una persona cotidiana en lo absoluto, creo que ni ha de saberse mover así de guapachoso. total que nos pusimos a taconearle, creo que era banda o algo así. me apretaba tanto a sí... pero no algo sensual sino asfixiante, como si estuviera atrapada del cuello y del tórax. para ser específica eran un par de manos al cuello y un par de brazos a mis costillas... luego, gabino se convirtió en un barril industrial sin fondo. mis pies se seguían moviendo, pero mi tronco estaba atrapado en ese tubo de metal haciéndose cada vez más pequeño. antes de que no pudiera, levanté mis ojos al techo, para estar segura que seguía en la fiesta. mientras, sentía como se me estaban saltando los ojos, él/eso me apretaba más y más
...hasta que desperté.
(espero que no se vuelva a borrar esta entrada. he tenido que reescribirla después de llegar de la noche de jazz y la compu no funciona del todo bien.)
por otro lado, tuve un sueño vívido. estuvo bonito, hasta eso. incluso me vestí del color de mi sueño. ando vestida de colores derivados del coral, en tooooda su gama: desde rojo quemado hasta meloncillo. en mi sueño, andaba caminando en unas calles de la colonia anáhuac. por un parque que nunca he recorrido, las arboledas.
eso según yo, la semana antepasada mi carro pasó por ahí porque fui a comer a casa de noé y si hurgo bien en la memoria, cuando tenía tres años me llevaron a chaperonear a un gimnasio de por ahí. pero bueno, pruebas fehacientes no tengo, que conste.
continuando con la historia de anoche. ps iba por el parque, cruzando una calle hasta que me metí en el porche de unos desconocidos. pasé un rato considerable viendo pasar la tarde en una mecedora ahí, hasta que una señora me dijo que mañana me moría. "sí, a huevo". luego, con argumentos que no recuerdo, me probó que sí, mañana sería un fiambre. "bueno, está bien" le dije para retirarme... tenía un montón de cosas qué hacer: dejar los pendientes en orden en la oficina, avisarle a mi mamá, comprar una pintura... cosas así. san rancholás está demasiado lejos de mi casa, el camino (cuando una tiene el tiempo contado) luce aún más largo. manejé directo hasta guarralupe para visitar a mi mamá en su negocio.
cuando llegué al a ferre (el negocio en cuestión) mi mamá andaba distante y despreocupada. me puso a hacer cosas y pues no se hizo el ambiente adecuado para dar semejantes noticias. consideré que era una señal para no decirle. entonces nuestros día transcurrió normal. de todas formas, quise ignorar la noticia a esas horas porque ya estaba entre que resignada e incrédula.
cada vez que pensba que quizá no moriría -claro, mientras manejaba- la señora gorda chancluda tocaba el vidrio del carro y cuando bajaba la ventana me decía "sí, si te vas a morir". ta weno ´mbreeee, está bien, tal vez sí muera. pensé en el trabajo, todos los pendientes por hacer. luego recordé que todo estaba ya listo, sólo unas cuantas pequeñeces faltan. quise tener un poco de miedo, porque no sé qué trámite haya cuando uno muere. o sea, hasta ahorita me viene el temor. lo bueno es que no piden que te lleves copias o credenciales, porque eso siempre me pone aún más de nervios. luego pensé que si invertía valiosos minutos en tener miedo, quizá Dios me escupiría del cielo... entonces decidí relajarme con resignación.
luego comencé a pensar en que tal vez pasé por esta vida sin pena ni gloria... claro, aumentado aún más por el hecho de que no pensaba despedirme de mis amigos porque ps a qué horas los encuentro y odio un poco el teléfono cuando tengo que marcar. bueno, si no voy a tener miedo, ps tampoco me voy a poner melancólica... como toda la semana... mejor, a pensar en todo lo que voy a dejar pendiente, je je, a todos los que voy a dejar colgados jo jo jo jo jo
jojojojojojo no he tramitado las nuevas facturas, el archivo está hecho un asco con los presupuestos, hay unas cuentas por pagar y jojojojojo ¡¡no lo voy a hacer!! porque voy a estar muerta jojojojo y todos esperando a que llegue jojojo y no voy a llegar jojojojojo no tramitaré el vale de gasolina para la brigada jojojojojojo será como irme como las chachas... no le voy a dar de comer a los peces jojojojojojo y nunca contestaré las incidencias en el iso jojojojo y no les llevaré las donas jojojojojo y la escuela... y la escuela ¡¡pues no voy a ir!! porque voy a estar bien muerta
jo jo jo jo jo jo jsnif... sniff
unas pequeñas gotas comenzaron a caer en el parabrisas. no era una gran lluvia, solo chipi-chipi. shale, mis ojos quizá se hayan humectado un poco también. no demasiado como para considerarse lágrimas, pero creo que sí llegué a sentir el dolor horrible en la garganta como cuando me aguanto las ganas de llorar. porque últimamente no lloro, mi corazón se ha vuelto un duro corazón de pollo conmovible y a la vez estoico. no lloro por mí. una vez un exnovio dijo que era estúpido que llorara. ahora que lo pienso, no vale la pena que tenga tan buen concepto de él. claro, en mis sueños las voces siguen conmigo opinando y haciendo juicios de valor. despierta no hubiera pensado en ese mequetrefito que me subestimaba como dicta la época. en fin, eso se me olvidó medio rápido porque ps llegué a la ferre a ser verdemente ignorada.
se me olvidó contarles que mi sueño fue color verde menta; porque, claro, siempre cambian de color...
una vez cerrada la ferre, ps nos vamos a la casa. como usualmente. perdemos un poco de tiempo y mi mamá decide tomar una pequeña siesta. quizá no le diga nunca. hagamos cotidiano mi último día, qué puede pasar. hay un chorro de gente que se muere así y no se anda quejando. subo a su recámara para hacerla hablar un poco y está acostadilla... comienzo mi ritual:
- me quieres?
- ajá
- no, yo te quiero más...
- traigo un sueño calientito, déjame dormir tantito ¿si?
- yo te quiero más...
- zzzz...
- bueno, voy a una fiesta, llego noche.
- zzzzz...
- sopres
llegué a una fiesta que sí existió en el 2004. era un taller mecánico y había gente conocida. entre ellos, de la nada, sale el indigente y me saca a bailar. cabe destacar que el indigente no es una persona cotidiana en lo absoluto, creo que ni ha de saberse mover así de guapachoso. total que nos pusimos a taconearle, creo que era banda o algo así. me apretaba tanto a sí... pero no algo sensual sino asfixiante, como si estuviera atrapada del cuello y del tórax. para ser específica eran un par de manos al cuello y un par de brazos a mis costillas... luego, gabino se convirtió en un barril industrial sin fondo. mis pies se seguían moviendo, pero mi tronco estaba atrapado en ese tubo de metal haciéndose cada vez más pequeño. antes de que no pudiera, levanté mis ojos al techo, para estar segura que seguía en la fiesta. mientras, sentía como se me estaban saltando los ojos, él/eso me apretaba más y más
...hasta que desperté.
(espero que no se vuelva a borrar esta entrada. he tenido que reescribirla después de llegar de la noche de jazz y la compu no funciona del todo bien.)
Etiquetas: como ser una buena madre judía, principiteando, sueños
2 Comments:
At 25/5/06 00:55, dvd said…
hey está medio loca tu manera de morir
yo por eso no bailo
anyway, estubo muy bonito tu escrito aunque algo largo
y para ser un niño de 16 colores, me imagino pobremente los ambientes y esas cosas.
para mi color perla es blanco
jeje ya te firmé tu blog, :p no te creas
At 26/5/06 20:00, El leprosario said…
jajaja, ups, este relato estuvo genial.
Te imaginé apretada, ya no bailando, sino como atrapada en raíces que te prensaban y se iban atenazando cada vez más en torno a tu cuerpo.
Acaso puede ser también una metáfora de tu rutina, de la rutina de todos?
Saludos desde Guadalajara!!!
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