memorias dieciseisañeras en cuerpo veinteañero

yadda yadda yadda...

sábado, junio 10, 2006

casi encuerada otra vez

a veces pienso que un libro se asemeja a la ropa que uno se pone. a veces dura más y, pasada la adolescencia, lo quieren usar como para definir a una persona. porque cuando uno es puberto si te vistes de negro eres una cosa y si los picos tal cosa y si las flores eres una super lolita sadomasoquista y así por el estilo. bueno, a veces las interpretaciones no se me daban.

es que ando innovando tratando de escribir las ideas al vuelo. porque todo el tiempo ando masticando historias. ñum ñum ñum. pero bueno, esta me vino y es como un bastante lo que quisiera decir, pero me ando relajando y confiando en mi normal juicio y las habiliades mecanógrafas.

ando cayendo en la cuenta que, si un libro fuera la ropa, el barón rampante sería una especie de trajecito de peter pan y con tenis. aún no he acabado el libro porque me he embebido en un millón de cosas... y me di cuenta que las cosas ya no son como antes, cuando me chutaba un libro por semana; pero bueh, cabe destacar que tenía entre 14 y 17 años, que no manejaba mucho, que esperaba demasiado tiempo a que me recogieran en la escuela, a que era organizada con las tareas, que me la pasaba leyendo en los trabajos de poca responsabilidad que tenía antes y así por el estilo...

he crecido

pensé que casi acabando el libro, seguiría siendo tan obstinada como cósimo di rondó, el protagonista. pero esta vez estoy siendo biaggio. me quedé abajo del árbol creciendo y trabajando como persona normal. no puede ser tan malo, pero esta vez, el bebé me salió muy formal muy tranquilo... para nada aguerrido ni soñador. es algo muy raro... pero bueno, quizá sea la culpa de todos mis veranos. en este no he tenido ni una pizca de actividad-productora teatral y sí de labores normales, de aprender a cocinar, de noches de jazz, de estar manejando, de cotidianidades balinas.

no es esto algo malo
sigo mascullando y pensando un chorro de cosas, como siempre

...pero este verano, mi trajecito de peter pan no me queda (se anda rompiendo conmigo adentro) y los tenis, aprietan un poco

estarán los nuevos aires en una armadura?
o en la observación de las ciudades?

sea lindo y resuélvamelo con un regalo... liteario, claro está.

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2 Comments:

  • At 12/6/06 17:12, Blogger Indigente Iletrado said…

    Viejo predicamento aquél que nos hace cuestionarnos sobre aquello que somos cuando dejamos de ser los que éramos. Hiciste que se me antojara Calvino, en la desorganizada pila de libros de mi habitación está -en algún lugar- 'las ciudades invisibles'. Yo sigo siendo un lector regular, bastante enviciado. Pero claro, nunca llego a tiempo al trabajo, no manejo y nunca hacía las tareas.

    Haces bien en no leer ya tanto. Hace daño. Aunque también crecer.

     
  • At 13/6/06 00:14, Blogger Kluzter Benavides said…

    Tmb se me antojó chutarme lo que me falta de Calvino sin Hobbeso.

    Lo mencionamos en la fiesta de mi cumple... pero creo que puedo dejar de buscarme tentaciones literarias, con lo que nos hanregalado y lo que se avecina.. no habrá tiempo de ensoñosearse con más libros.

    Nuevamente sin recurrir al "shale" estoy fascinándome más con estos escritos (admitiré en aras de nuestra inquebrantable amistad, que esa palabra retintineaba demasiado en mi mente y molestábame un poco)

    Aunque esperemos el próximo viaje traiga más variedad que simples relatos de un trabajo monótono de una chica nómada.

     

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