sueño de una noche vacacional
he vuelto a soñar con vacaciones. esta vez la pasé en una ciudad gringa. no estoy segura de qué ciudad, pues conozco muy pocas, pero no era un lugar soleado. como turistas que éramos, fuimos a conocer un gran edificio. todo forrado en espejosos vidrios. me acompañaba de puras personas que considero fuertes y valientes… y creo que un gentil sensible.
total que se propusieron (o sea, mi comitiva) escalar el edificio. como era un sueño turístico, supuse que en gringotown se acostumbra subir construcciones como si fueran pirámides mayas. era una gran gran escalera en las dimensiones de un lugar como alestra o la torre dataflux. había dos maneras de subir: por afuera, con arneses y todo; y por medioadentro, a través de unas escalerillas apenas protegidas por unas cuantas varillas del 2. cuando vi hacia arriba sentí un pánico terrible, como todo lo grande y profundo que me asusta en la vida real. balbuceé unas cuantas razones para no subir, hasta que todo mundo me dio palmadas en la espalda para darme confianza y hacerme sentir aún más gallina.
en fin, sentí que estar entre tanto temerario físico me daría un poco de valor así que comenzamos la escalada. a veces por dentro y a veces por fuera. estuvo difícil, pero una vez arriba comencé a hacerme a la idea que no me quedaba otra mas que subir.. entonces mi pánico a las alturas -porque veía el vacío pequeñito pequeñeque- se convirtió un pesar llevadero, como cuando te va muy bien en algo que no te convence del todo. una vez que recorrimos tres cuartas partes del edificio, nos metimos a una especie de estacionamiento interior. ahí había como un pequeño mall… pero de estanquillos. había oxxos, 7-11, extras y franquicias buendía… también había un payless shoes.
aprovechamos ese tiempo para conocer por ahí. mi mamá fue a recorrer los estanquillos y a platicar con unos fuertes alemanes para compartir trucos de escalada, j.m. se sentó en una banqueta, el primo parkouriento a veces platicaba conmigo y a veces con j.m. porque yo me remolineaba bastante. me acerqué un poco al borde, cerca del cielo para conversar con el zorro-undomesticated, que se veía igual de aterrado que yo… pero con un semblante ofuscado, as usual. no platiqué mucho porque siempre se me hace que me va a regañar y me puse a fisgonear a una pareja de franceses, eran recién casados y ella tenía el pelo amarillo. iban vestidos como ninjas.
como estaba algo aburrida y no quería continuar la escalada por fuera, presioné el botón del elevador. un mayordomo que cuidaba ahí, me dijo que los últimos pisos eran inaccesibles porque eran oficinas v.i.p.. le dije “claro señor, comprendo” y le volví a picar como si fuera la primera vez porque estaba súper convencida de subir por dentro y a la glam. me vuelven a decir que no es posible y ahora sí comprendo, pero abro la llave del gas, que comienza a invadir todo el piso de estacionamiento. pasa un rato y me siento con el primo parkouriento para contarle que, aunque cansada, continuaría por fuera. luego le confieso lo que me dijo el mayordomo y mi fechoría. jijiji. me advierte del peligro y la verdad no se me hizo algo tan fatal. en eso, el nuevoesposo ninjafrancés está prendiendo un cigarro y lo ùnico que hago es encoger los hombros y entrecerrar los ojos como mecanismo de defensa. “¡ay que estrés!” digo riéndome, cuando siento de todo menos tensión. como ya veía la explosión muy cerca, nos levantamos corriendo hacia el centro del lugar (porque lo considerábamos seguro, sobre todo en un incendio) y cuando corría, me di cuenta que había traído tacones de aguja todo el tiempo y por eso avanzaba a pasitos. eso me dio mucha risa, porque además no me combinaban.
total que se propusieron (o sea, mi comitiva) escalar el edificio. como era un sueño turístico, supuse que en gringotown se acostumbra subir construcciones como si fueran pirámides mayas. era una gran gran escalera en las dimensiones de un lugar como alestra o la torre dataflux. había dos maneras de subir: por afuera, con arneses y todo; y por medioadentro, a través de unas escalerillas apenas protegidas por unas cuantas varillas del 2. cuando vi hacia arriba sentí un pánico terrible, como todo lo grande y profundo que me asusta en la vida real. balbuceé unas cuantas razones para no subir, hasta que todo mundo me dio palmadas en la espalda para darme confianza y hacerme sentir aún más gallina.
en fin, sentí que estar entre tanto temerario físico me daría un poco de valor así que comenzamos la escalada. a veces por dentro y a veces por fuera. estuvo difícil, pero una vez arriba comencé a hacerme a la idea que no me quedaba otra mas que subir.. entonces mi pánico a las alturas -porque veía el vacío pequeñito pequeñeque- se convirtió un pesar llevadero, como cuando te va muy bien en algo que no te convence del todo. una vez que recorrimos tres cuartas partes del edificio, nos metimos a una especie de estacionamiento interior. ahí había como un pequeño mall… pero de estanquillos. había oxxos, 7-11, extras y franquicias buendía… también había un payless shoes.
aprovechamos ese tiempo para conocer por ahí. mi mamá fue a recorrer los estanquillos y a platicar con unos fuertes alemanes para compartir trucos de escalada, j.m. se sentó en una banqueta, el primo parkouriento a veces platicaba conmigo y a veces con j.m. porque yo me remolineaba bastante. me acerqué un poco al borde, cerca del cielo para conversar con el zorro-undomesticated, que se veía igual de aterrado que yo… pero con un semblante ofuscado, as usual. no platiqué mucho porque siempre se me hace que me va a regañar y me puse a fisgonear a una pareja de franceses, eran recién casados y ella tenía el pelo amarillo. iban vestidos como ninjas.
como estaba algo aburrida y no quería continuar la escalada por fuera, presioné el botón del elevador. un mayordomo que cuidaba ahí, me dijo que los últimos pisos eran inaccesibles porque eran oficinas v.i.p.. le dije “claro señor, comprendo” y le volví a picar como si fuera la primera vez porque estaba súper convencida de subir por dentro y a la glam. me vuelven a decir que no es posible y ahora sí comprendo, pero abro la llave del gas, que comienza a invadir todo el piso de estacionamiento. pasa un rato y me siento con el primo parkouriento para contarle que, aunque cansada, continuaría por fuera. luego le confieso lo que me dijo el mayordomo y mi fechoría. jijiji. me advierte del peligro y la verdad no se me hizo algo tan fatal. en eso, el nuevoesposo ninjafrancés está prendiendo un cigarro y lo ùnico que hago es encoger los hombros y entrecerrar los ojos como mecanismo de defensa. “¡ay que estrés!” digo riéndome, cuando siento de todo menos tensión. como ya veía la explosión muy cerca, nos levantamos corriendo hacia el centro del lugar (porque lo considerábamos seguro, sobre todo en un incendio) y cuando corría, me di cuenta que había traído tacones de aguja todo el tiempo y por eso avanzaba a pasitos. eso me dio mucha risa, porque además no me combinaban.
fue una gran explosión, pero no nos pasó nada. finalmente nos evacuaron y, aunque hubo unos cuantos agentes de la afi los que me custodiaban, me trataban con bastante gentileza y no tuve miedo al bajar al piso otra vez.
Etiquetas: sueños
2 Comments:
At 19/7/06 01:45, Kluzter Benavides said…
Los sueños ultraglamourousos... hoy no fuimos a la uni porque el primo parkouriento negóse a organizar la salida y el festivalde brincos.
Pero practicamos kong's con técnicas y puedo decir orgulloso que ya brinco con más técnica.
Ya me salen 2...Monkey's & Kong's... no sé cuantos más haya pero ya puedo presumirle a las chicas, así como el comercial de axe, claro portando mi horripilante bigote sorianero para que inmediatamente el avance brincatorial se desvanezca.
Tú a todas partes llegas con tacones... qué subconsciente tan engañoso.
At 19/7/06 16:13, Anónimo said…
y tu nuevo comentario... el del dia de hoy... el que tiene de sobra conciencia social y demas... cuidate..
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