memorias dieciseisañeras en cuerpo veinteañero

yadda yadda yadda...

domingo, octubre 15, 2006

¿por qué lastimarnos? / iluminación corroboradora sin carbohidratos


no he tenido mucho tiempo libre como para escribir lo que maquino, pero hilvano cosas cada tarde, subrayo cada obra y versículo que represente lo que pienso o siento para comprobar que soy parte de ese inconsciente colectivo, ese que dice que, para cada idea, hay más de dos autores en el mundo. como sea, he terminado de leer otelo y bueh, es la historia de otro hombre fiel y apasionado que fue muy lejos persiguiendo los valores con los que él creía que se basaban los demás… me puso a pensar acerca de la confianza y la inocencia, pero por encima de todo eso, nuestra ingenuidad.

en clase de teoría de la actuación, hemos estado leyendo creator principium. es una obra muy buena y didáctica de la cual extraigo unas líneas para expresar una idea que vuela por aquí y ha madurado lo suficiente como para ser botada a través de mis dedos:



raúl: (sonríe) sí. nos damos cuenta, en el acto, que se trata de un actor principiante porque lo que dice sonará falso. no es posible que un estado de ánimo se mantenga invariable a lo largo de todas las frases que componen un parlamento. pero, desde luego, el estado de ánimo general tendrá que ser el de tristeza, hasta que un tipo de estimulación totalmente diferente nos toque. y es entonces que el autor nos indica que el estado general de tristeza se cambiará por otro de desconcierto. ¿lo entendiste? (emilia hace un signo afirmativo con la cabeza; pero guarda silencio, mirando sin mirar por encima del hombro de raúl) ¿o no?



en fin, como sea. eso fue para mí algo muy iluminador porque me prueba que como ser humano no es tan malo tener tantos matices. que, aunque se busque ser de un ánimo íntegro, es completamente válido sentir mezcolanzas raras… pero sobre todo, he descubierto a través de disertaciones escolapias que cuando uno se siente, por ejemplo, agobiado, la mejor forma de sobreponerse (ante la sociedad, claro, porque uno se la pasa fingiendo) es llevar al máximo el sentimiento contrario: ya sea como una exclamación jubilosa por el triunfo ajeno en una competencia o extremo recato en un momento de pasión desmedida.

como sea, esto es solo un apunte y un pensar de hace como hora y media. me he alejado de la compu. sintiendo esto… y ya para esta hora mi cabeza está en otro lado y en otro contexto que me abre un cúmulo de posibilidades que me ofrecen la independencia laboral ejerciendo lo mío. hermosa esperanza, sea pues la voluntad del creador la que me acomode en el lugar adecuado.

no me arrepiento para nada de dejar una vez más el montón de ideas en el aire y uno que otro círculo sin cerrar. bastante he hecho con sacar los primeros párrafos de la cabeza como para volver a inmadurarlos hasta que saque una conclusión.

resuelvo en que no hay conclusiones para esta vida,
solo aprendizajes que se cumplen en objetivo

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