así suena la carne en la sartén

pppsssssshhhhhhh

si, hombre. era todo lo que necesitaba. no me refiero a los ánimos. de hecho, gracias por los intentos y los consejos, pero normalmente no escribo para tener ese tipo de retroalimentación porque eso exacerba mi comportamiento irascible y me siento peor. luego, hoy a mediodía, después de sopesar las desazones que me traen esas horas cada día -cuando me siento normal- me fui a la escuela...

si, aquella a la que le he dedicado el blog privado. estúpida, loca y apestosamente me he ganchado en ella y hoy comencé el último de mis semestres que viviré, explotaré, exprimiré y exploraré como si mi determinación fuera un molcajete y mis recursos el ajo; ese que, para darle vida a un guiso o una salsa, dependerá del grado de machacación y cantidad de condimento.

ya ni sé ni me importa si presentamos el "sueño de una noche de verano, pero en invierno" este fin de semana o el siguiente, si he de pagar pensión por estacionarme todos los días, si tendré que hacer extra cochinito para pagar mi matrícula, si voy a tener que suspender mis lecturas literarias en pos de leer las obras de teatro asignadas... todo porque los proyectos salgan adelante y termine de una vez con esta escuela!!!

estoy harta de ella!

ya quiero terminar mi proceso ahí. ya sé que nunca se deja de aprender y eso, pero ashhh. bueno, hazte de cuenta que le inyecté gastrol a mis venas cuando comenzamos a discutir y ofrecer/asignar los papeles para la obra que dirigiremos irma y yo en junio. ¡¡qué emoción!! aquella maestra rigurosa, que aún esta tarde la veíamos como un grueso nubarrón que se acercaba conforme pasaban los minutos, se ha convertido en unas nubes disipadas y tranquilas que nos ha ofrecido su apoyo y guía para nuestro proyecto de dirección.

en fin, he descubierto que odio enero porque hace frío y porque el año se ve como una sucesión de meses donde las cosas no se ven tan claras, como una libreta en blanco. febrero ya pinta un poco de color rosa quesque por los corazones de las tiendas, por lo proyectos de marzo, por los vistazos de sol...

cómo me emputa no tener las cosas en claro. es todo.