carless whisper / la verdulera que todos llevamos dentro

So I'm never gonna dance again

The way I danced with you

redoble shale. no he dado una desde el miércoles en la tarde en la que debí ir al cine a ver jeux d´enfants y no pude por causas ajenas a mi. pensaba hacerlo como una fechoría el día de hoy… hacer de mi jueves un cúmulo de mermas y escaparme al cine sola.

hice presencia y recado en casa de doña carito y me sobraban las horas justas para llegar a la sala cinematographique pero no… una cuadra antes de llegar a mi casa, una mozalbetilla imbécil y estúpida se empeñó en hacer una movida automovilística ilegal. le dije con señas lo tonta que estaba siendo y aún así la esperé pacientemente. lo malo es que un camión de botanas leo no fue a la escuela el día que enseñaron una fórmula de física que habla de cuando uno trae mucho vuelo con peso duele mucho el porrazo.

en fin, camila se quedó sin vidrio, sin llanta, sin cajuela, sin lado izquierdo en general… ni siquiera pude abrir la puerta. después de haber visto el cielo y sentir mi cabeza bambolearse como frasco de huevos de codorniz en conserva, lo primero que pude enfocar fue a la pendeja imbécil que se había quedado de a seis ojos cuando se dio cuenta lo que provocó. traté inútilmente de salir disparada de mi carro para sacar de las greñas a la bruta esa y le dije “hija de toda tu reponche madre, tú te quedas ahí hasta que se arregle esto eembéceel!!” y la chava dijo “no, yo por qué”. claro, cabe destacar que todo fue con mímica y podíamos leernos los labios. en eso, se echó una reversa un poco más diestra que su técnica anterior y huyó la hija de la chongada. sólo tengo sus placas, pero lo dejé en un papelito en el carro que se llama camila y no veré en un mes.

grrrr. los polis fueron bien lindos conmigos así como el verdadero autor intelectual de mi convalecencia de cuello. quiso regalarnos fritos para compensar su falta, pero desistí porque le encargué unos munchies a mi jefe que fue a los states. estuve un chorro de rato esperando en la lluvia a que me arreglaran la onda, llegara la grúa hasta que mi mamá apareció para relevarme. me fui caminando a la casa para que mi vecina fashion me llevara al hospitalillo. un millón de filas y esperas. un pin en el brazo, un collarín y un cuentononón a nombre del seguro del carro. un mes sin carro y ahorraré bastante en gasolina… haré ejercicio y no sé qué aventuras me deparen ahora en mi nueva situación.

ahora que lo pienso, hubiera chocado con un camión de chopos.
no me gusta la nieve suave, pero hubiera sido lindo que
para consolarme
pusiera su musiquita de pianola.

unos cuantos tips para ustedes, bueno solo uno: nunca nunca nunca anden sin su cinturón de seguridad aunque vayas a una cuadra de distancia a una tienda de la esquina… ese fue mi escenario y pudo haber estado ojete si no me lo hubiera puesto.

shale, yo lo único que quería era ir al cine…