expectando

“todo sin luz se quedó. oscuridad en los demás. los huesos quebrantados en el horror después de la función.”

mar y franco, en "los expectantes"

en el horror no sólo soy yo, en mi dolor ni siquiera soy yo. solamente me liga el recuerdo del sol adolescente que he perdido de vista. las ocupaciones laborales y los examenes de la escuela absorben todo mi tiempo. me da un poco de nervio no saber en qué voy a ocupar las horas que solía cambalachear de vivir -> extenuarme por pasiones mentales y ahora -> vivir de nuevo. ¿quién quiere tener vida cuando te has dedicado un montón de tiempo a hacer lo que te gusta? los trabajos han cambiado, los sueldos han subidobajadosubidodesestabilizado, los amigos han evolucionado, las interacciones se han optimizado… pero qué voy a hacer cuando sólo me quede el trabajo? no es algo malo en lo absoluto. la otra vez que me sobraron dos horas me fui a cortar el pelo. lo tenía enredado y muerto en vida. pero ¿cómo le voy a hacer si me vuelve a sobrar tiempo? de todas formas, eso no parece suceder en las próximas semanas…

no me quiero perder. incluso esto lo escribo desde mi islote de acero donde laboro.

la semana pasada viví un instante de eternal sunshine: por fin llegué a la última clase, del último día del último semestre. esta vez no sentí tristeza. ¿cómo puedes llorar por algo que se muere, algo que se acaba? es horroroso vivir en una vida sin transiciones, pero tampoco significa que las ame. con una sonrisa congelada vi el último examen de psicología. quise apretar, estirar, multiplicar esos últimos bellos instantes, pero cada vez éramos menos los que lo compartíamos. al fin, siempre será viernes social. los respectivos nos arrastraron a nuestros viejos y sociales lazos matando con risotadas aquellos momentos especiales que nunca volverán.

a que nadie se ha graduado en una fuente!