memorias dieciseisañeras en cuerpo veinteañero

yadda yadda yadda...

lunes, septiembre 04, 2006

quejas mariposales

es una gran responsabilidad ser una mariposa. primero, una empieza siendo un bicho baboso y nadie te pela, lo cual es algo cómodo porque se espera poco de tí. pero una vez que sales de la crisálida y tienes unos colores bonitos o feos, o que combinan, o que le gustan a algunos ps ya empiezan las arduas tareas de andar volando... ahh porque por más fragil que una sea, la madre naturaleza te da una vida de abeja entonces tienes que jorobarte trabajando para producir miel y a la vez andar cargando con unas alas monas pero no tan funcionales.

de avispa, ni la cintura...

pero bueno, a veces hay científicos que te atrapan y te quieren estudiar... entender por qué tal o cual color, por qué emigran y cosas así por el estilo. una no puede tratar de zafar las alas de los alfileres y volar lejos de esa vitrina porque después resultas menos interesante libre que cautiva. hay ocasiones más de miedo cuando te captura un niño sádico que te quiere arrancar las alas o nomás "estirártelas tantito" lastimándote de por vida y quitándote para siempre el único don que tienes, que es el de volar...

las mejores veces, una vuela cerca de un niño triste. no le ha ido nada bien en la vida y combinas bien en su paisaje primaveral, junto a los duraznos en flor. como es una experiencia nueva y te conmueve la escena, le ofreces un poco de miel que él come gustoso...

yo no sabía que la jalea real estimula tanto la mente infantil
pues nada, que al güerco le han regalado un kit de laboratorio "mi alegría"

shale, la felicidad se traduce en tener bichos reales los cuales diseccionar, y entre más coloridos mejor. no ha perdido su inocencia pueril, su capacidad de asombro. quiere traerte de prendedor, quiere llevarte a las luchas, quiere hacer que comas hamburguesas (porque no sabe qué es lo que comen las mariposas). en fin, cansa tus alas y no puedes volar tan lejos. infante como es, se decepciona y centra su devoción en el centro anatómica del insecto, en las antenas, en el cuerpo... su microscopio quiere ver qué esconden las ventanitas oculares, su minibisturí quiere ver si la cabeza oculta secretos misteriosos y coloridos como las alas, si se puede decifrar el patrón de vuelo...

este niño quiere tantas cosas
lo malo es que no recuerda que las mariposas vivimos menos que los humanos.

todo era más fácil en mi planeta, donde todo es pequeño.
antes, solo me preocupaba por arrancar brotes de baobabs.
esto de vivir en la tierra me resulta muy muy raro.


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3 Comments:

  • At 4/9/06 17:28, Blogger Kluzter Benavides said…

    bolas... una abeja mariposal...

    porque las mariposas no chambean de verdad, sólo para sí mismas y poder emigrar cada vez más rápido y más lejos.

    Pobre mariposa, pero alguien debiera explicarle que no tiene porque seguir al niño por siempre... si es efímera e intrascendente... que haga y cree sólo el recuerdo que levanta el ánimo, invite a seguir adelante y ya... tiene su propio minidestino para enfrentarlo...

    ¿y a ella, quién la cuidará?

     
  • At 6/9/06 19:19, Blogger Indigente Iletrado said…

    Las mariposas son unas hipócritas que merecen ser torturadas por niños curiosos.

    Son el noventa por ciento de su existencia unos bichos repugnantes pero hermosos. Y cuando tienen alas para presumir se dan su taco. Se sienten las divas del reino insectil.

    Puag.

     
  • At 11/9/06 12:57, Anonymous Anónimo said…

    es mas facil ser el niño que la mariposa... creo que voy a optar por esa opcion... de todas formas ya tengo los jugetes mi alegria

     

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