memorias dieciseisañeras en cuerpo veinteañero

yadda yadda yadda...

sábado, febrero 17, 2007

veraniegos soñadores con circunstancias invernales

sí. por fin pasó, después de muchos intentos de cancelar, de mucho trabajo, de ensayos extenuantes, de jornadas laborescolares de 15 horas durante esta semana, hemos podido parir “el sueño de una noche de verano”. estuve lejos de aquí, lejos de mi correo, lejos de ofenderme por cosas que me han ido pasando desde hace como diez días, lejos de llorar, lejos de estimularme por cosas que no sean específicamente teatrales –puesto que no es la única puesta en escena en la que he estado laborando durante este periodo- como sea que sean las cosas, he mantenido a flote lo más básico y la buena convivencia.

siempre nos han dicho que una obra exige y requiere energía extracotidiana y me preguntaba cómo lo lograría puesto que ayer estaba tan (pero tan) cansada, puesto que el jueves llegué a la medianoche de la escuela, trabajé desde temprano y de ahí casi directo a la escuela otra vez para comenzar a maquillar y prepararme… estaba un poco enojadilla con el mundo porque no se me ha permitido dormir tranquila. además que he tenido pesadillas recurrentes… hoy también estuvo así, pero me he escondido bajo las sábanas más allá del mediodía y al rato me iré para la segunda función. en fin, lo que quería platicar en el primer enunciado fue que pensé que sería incapaz de sacar esa extraenergía y por medio de trabajo y concentración lo logré. tanto así que en escena rompí mi último abanico bueno de un coraje, dije algunas cosas de carrerilla y se me fueron algunas líneas. shale, ha sido como volver al debut cirquero, por eso ya quiero comenzar a prepararme para hoy y dar lo mejor de mí… pero sobre todo disfrutar desde el principio.


creo que nunca he hablado y platicado que hubo una epoquita en la cual hice de bailarina de circo. las primeras tres funciones (en el mismo día) me pusieron harto nerviosa porque todavía no tenía la coreografía completa. pero como era diario, día con día fui aprendiendo a disfrutarlo y sonreír de verdad. como sea, anoche terminé completamente exprimida como trapo gastado… y aún me siento así. sé que tengo que trabajar ahorita, primero para componer el ánimo y segundo para tener los ovarios para volverlo hacer… pero mejor.

últimamente he soñado con la obra. mucho bastante a lot. pero no con actuar en realidad, sino con el antes y el después. siempre se me aparece “el monstruo de la laguna verde” –prefiero llamarlo así antes que inflarle el ego con semejante crédito- y me dice cosas retadoras donde él siempre queda como galanazo y yo hago el coraje de mi día y me despierto. es horrible. hablando de horribleces, prefiero denunciar antes que me haga llorar, me provoque pesadillas o más náuseas:

  • creo que había comentado que el mes pasado fui a una entrevista en san nicolás, cerca de diego díaz de berlanga. era para un puesto de reclutadora y la entrevista resultó amena. tuve tiempo de darme cuenta que a pesar de haber mandado mi currículum mucho tiempo antes (como dos meses) se decidieron hasta enero. platicamos de todo y de nada y el señorcito labioso me agregó al messenger. mmmh ingenua de nuevo, pero nunca más. de todas formas no platicaba mucho con él… pero sabiendo todo lo que pienso y hago (hizo todo tipo de preguntas en la entrevista) me echó un verbo mareador que claro, como típico hombre que llegue a leer eso diría que fue un malentendido y realmente no quiso decir que lanzó una propuesta para reunirnos de vez en cuando aún sabiendo que es casado y cuando ya fue lo franco suficiente para decirme que no me contrataría a mi ni a nadie más –quesque por falta de dinero para nóminas-. eso es lo que menos me importa, pero me hirió profundamente su asqueroso verbo alabador… al principio pensé que estaba haciendo mucho pancho, pero ahora que lo pienso mejor y para ya dejar ir esa estupidez. prefiero denunciarlo y decir que se llama carlos… carlos algo… no recuerdo su apellido. pero eso qué tiene, ya sé. el hecho de haber denunciado un trato anticaballeresco en el otoño 2005 de alguien llamado lalo treviño y no haber dado su nombre me hizo sentir como una gritona muda.

pero bueh, estoy dando la cara y mucha información. saben mi nombre, mi teléfono y mi correo. pero yo sé y estoy segura que no tengo nada que perder y por el contrario puedo obtener mucho… no como con demandas, pero si al menos para borrarme estos asuntos de mi cabeza y mantener la frente en alto… ah, porque ya ven que la culpa siempre la tenemos las mujeres y nuestras minifaldas. pero bueh, las veces que me han sucedido estas cosas no he estado maquillada y ni me he bañado, traigo el pelo con un chongo feo como de punkie brewster y no me he portado más amable de lo que me portaría con cualquier ciudadano o ciudadana.



en fin, todo empezó como una croniquita de mi obra, pero terminó con una purga de malos sentires. creo que ya puedo comenzar a trabajar en mi humor para darlo todo otra vez.


tercera llamada!





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1 Comments:

  • At 20/2/07 14:30, Blogger Kluzter Benavides said…

    el cierre fue de lo mejor...
    lamento no haber podido haber asistío... mas será a la próxima...

    de perdido a alguno de los conciertos de este año... vienen demasiados deleies auditivinhooss.


    kflaom
    yjvrejqx
    qwrvjnd

     

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