cómo me salvé de vivir en un basurero
fácil. entré a mis veintialgo. durante este año he convivido un poco y por temporaditas con algunas adolescentes o preadolescentes y puaj! cuando yo era adolescente pensaba que las niñas entre 9 y 10 años eran el cadillo más doloroso en las asentaderas… pero ahora, al finalizar este año, las auténticas y menstruantes debutantes me ponen los pelos de punta… espero no tener niñas y si tengo, espero tener harta paciencia o muchos toneles donde meterlas y mandarlas a estudiar a canadá… o de perdido aventarlas por las cataratas del niágara como en un documental que vi en un domo imax –donde una mujer con un gran vestido se somete a una acuaventura en un barril a través de semejante cascadota- ay no sé…
lo único que puedo concluir acerca de los adolescente de hoy es que si son sociópatas y no salen de su casa, seguramente serán buenos niños… pero con una atrofia social; y si son “normales” socialmente quién sabe a qué peligros se expongan, qué drogas se tomen y con qué gente se junten. hay tanto peligro…
este post es completamente señorial y no se me hubiera ocurrido si no hubiera tenido tanto contacto con la especie… aparte un cadillito veraniego y horroroso anda jodiendo la borrega. se lo atribuyo todo a ella.
las adolescentes de ahora se acuestan con quien quieren, nunca han escuchado la palabra “no”, ignoran a sus padres, tienen la autoestima tan inflada como sus barrigotas o sus largos cabellos lo permitan, son punketas por moda, usan asepsia, ven rebelde, usan tangas y bailan reggeton.
horror de horrores.
hoy tuve que agradecerle a mi mamá no haberme tirado a la basura.
yo me lo hubiera hecho de ser así…
ahora que ya aprendí a ponerle nuevos chunches a este blog, agrego un comercial super bonito donde las pelotas estas me recuerdan a las hormonas oscilantes que me unen a estas creeps que me sacaron de quicio esta semana. chaíto mua muá.
Etiquetas: como ser una buena madre judía, patanes y gente tonta